entrevista:

Flor de Torres
Fiscal de la Comunidad Autónoma Andaluza en Violencia de Género
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“La formación y la sensibilización
son imprescindibles a partes iguales
para el ejercicio de nuestra labor
en la fiscalía”
 





La Fiscalía Delegada en violencia de género fue creada por la Ley 1/2004, de medidas de protección integral contra la violencia de género ¿Qué ha supuesto para las mujeres que sufren violencia de género la existencia de esta Fiscalía especializada?

La visibilización. Darnos a conocer. Expresarles esa cara amable del Ministerio Fiscal que tanto me gusta. Esa que está al lado de ellas en el Proceso Judicial que han decidido atravesar. Reconstruyendo uno a uno sus derechos que han permanecido invisibles. Dándoles voz y contenido a esos derechos y ayudándolas en esa reconstrucción y visibilización.

¿En qué aspectos considera necesario incidir en la formación que precisan las y los fiscales especializados en violencia de género?

Precisamente en no olvidar la formación con perspectiva de género que debe de presidir todas nuestras Actuaciones Judiciales. Una Fiscal, o un Fiscal, formada en violencia de género sabe integrar insultos, desvalorizaciones, miedos, controles, desprecios, intimidaciones,… en claros atentados a la integridad moral de la mujer víctima de violencia de género. Sabe cómo se proyecta sobre ella el terror ambiental, el miedo a vivir. Sabe cómo una víctima se expresa o no se expresa e interpreta su silencio. Nunca lo cuestiona. Porque esa formación que recibimos penetra sobre los delitos no visibles de la violencia de género pero que no por ello son impunes.

La formación es necesaria para el ejercicio de su labor. Sin embargo ¿entiende usted que además hace falta una sensibilidad o actitud especial para realizar adecuadamente el trabajo de la Fiscalía en violencia de género?

Deben presidir estas dos actuaciones de forma coordinadas y ponderadas: formación y sensibilización son imprescindibles. No somos más justos por ser más formados si carecemos de sensibilidad. En sentido inverso, la sensibilidad sin formación tampoco es adecuada. Es un difícil equilibrio de derechos el que tiene que presidir nuestras actuaciones profesionales. Los derechos de la víctima y los derechos de un acusado en un proceso de violencia de género tienen que convivir en este de forma ecuánime.

La Fiscalía General del Estado ha planteado en su informe que las denuncias sobre violencia de género de las que se sospecha que pueden ser falsas son el 0,018% del total. Pese a ello el “mito” de las denuncias falsas sigue propagándose ¿cómo afecta esto a la credibilidad de las mujeres que denuncian la violencia de género?

Creo que en su pregunta está integrada la respuesta: un 0,018% a nivel nacional. Y el porcentaje es aún inferior si hacemos el recorrido de esas causas y de si han llegado a Sentencia Condenatoria para las mujeres encausadas. Según los datos de nuestra Memoria de 2011, ese 0,018% nacional, traducido a casos cuantitativos, supone 25 supuestos incoados, un número muy reducido si se pone en relación con los datos de Procedimientos Judiciales, que supusieron para Andalucía un total de 33.431 casos.

Hay otros delitos donde el índice de denuncias falsas es cuantitativamente muy superior. Por ejemplo, las denuncias por supuestos robos falsos para lograr el resarcimiento de las compañías de seguros. Ello no supone nunca un cuestionamiento a priori de la verosimilitud de un denunciante víctima de un robo. Y sin embargo, sí se cuestiona la voluntad de la víctima de la violencia de género. Son mitos que son insostenibles empírica y objetivamente.

Según los datos del CGPJ, en el primer trimestre de 2011 un 12% de mujeres víctimas de violencia de género renunciaron al proceso judicial iniciado. ¿Qué mecanismos sería necesario arbitrar para evitar estas renuncias?

Apoyo psicológico. Es indudable que el Sistema Judicial está arbitrado para proteger a todas las víctimas de violencia de género. Pero una víctima que se reconozca como tal y que quiera ser ayudada puede serlo en mejor medida. Solo con esa fortaleza interior conseguida a través de la psicología, lograremos hacer fuertes a nuestras víctimas y que no se nos desmoronen sus testimonios en los Juzgados de violencia a la mujer o en los órganos de Enjuiciamiento con el famoso uso del derecho a no declarar contra su maltratador.

Me pregunto en muchos casos que intervengo si son manifestaciones voluntarias, firmes, seguras. Decisiones que hay que respetar según nuestro sistema legal o si, por el contrario, es el entorno y la presión de su situación la que habla por ellas y la que sigue coaccionándolas en los pasillos de los Juzgados para que dobleguen nuevamente su voluntad a capricho de su maltratador para no declarar contra ellos.

¿Cómo valora la coordinación de la Fiscalía con otras instituciones y entidades implicadas en la violencia de género en estos momentos?

Creo que de la importancia de la Ley Integral es proyectarse como una ley sin fronteras institucionales.

Conozco profesionales de la psicología, de la medicina, de trabajo social, de todo tipo de organismos de Igualdad, de cada uno de nuestros C.I.M. que tienen muy clara la necesidad de intercambio de información en la situación de mujeres en riesgo. Ello no solo es un postulado imperativo en nuestra Ley Integral y nuestras Leyes Andaluzas, sino que es una realidad en Andalucía. Es por ello que los protocolos de coordinación deben presidir nuestras actuaciones profesionales, más aún sobre la violencia a la mujer.

En este capítulo agradezco a la Junta de Andalucía la firma del Convenio de Cooperación con el Ministerio Fiscal, que nos va a permitir seguir formándonos en violencia de género a través de las Consejerías para la Igualdad y Bienestar Social y de Gobernación y Justicia, así como la estrecha colaboración con la Dirección General de Violencia de Género que ha construido herramientas claves y pioneras en toda España como el Punto de Coordinación. También a la importante labor emprendida con la Consejería de Salud en otro inminente convenio de cooperación en materia de violencia a la mujer. En este capítulo, Andalucía es pionera en medios, convenios y dotaciones instrumentales en los Juzgados y Fiscalías a través de las Unidades de Valoración Integral sobre la Violencia de Género (U.V.I.V.G.)

Quiero terminar con una frase de Kofi Annan, Ex Secretario General de la O.N.U., que tengo muy presente siempre:

“La violencia de género es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos. Mientras continúe, no podemos afirmar que estemos logrando progresos reales hacia la igualdad, el desarrollo y la paz” Muchas gracias